Sin embargo, tras el cierre de la sesión regular, los futuros de los índices estadounidenses cayeron, ya que los operadores intentaban hacer frente a la creciente incertidumbre en torno a los aranceles de EE. UU., que se encuentran estancados en litigios judiciales, negociaciones estériles y cambios de política. Este descenso subrayó la nerviosidad del mercado ante la falta de una estrategia clara respecto a las relaciones comerciales de EE. UU. con otros países, lo que a su vez crea obstáculos para tomar decisiones de inversión. Paralelamente, los inversores siguieron de cerca los acontecimientos en el sector corporativo. Las expectativas sobre los resultados financieros futuros de grandes empresas, así como las noticias sobre fusiones y adquisiciones, ejercieron una influencia significativa en las cotizaciones bursátiles. Tampoco se podía ignorar el trasfondo macroeconómico. Los datos del PIB se convirtieron en un punto de referencia clave para determinar la dirección del mercado.

Los contratos de futuros del S&P 500 cayeron un 0,2%. El índice asiático cayó un 0,7%, borrando su mayor crecimiento mensual desde noviembre de 2023. Los índices europeos apenas cambiaron. El dólar y los bonos del Tesoro estadounidense registraron un ligero aumento.

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, declaró ayer que las negociaciones comerciales con China "se han estancado un poco". Esta declaración, en un contexto ya tenso entre las dos mayores economías del mundo, se reflejó de inmediato en los mercados financieros. Los inversores, temiendo una escalada de la guerra comercial, comenzaron nuevamente a deshacerse activamente de los activos de riesgo, lo que provocó una caída de los índices bursátiles y un fortalecimiento de las divisas refugio como el yen japonés y el franco suizo. No obstante, la declaración de Bessent no revela detalles, lo que solo alimenta las especulaciones. No está claro qué cuestiones específicas se convirtieron en un obstáculo. Es posible que se trate de la protección de la propiedad intelectual, el acceso de empresas estadounidenses al mercado chino o los volúmenes de importación de productos agrícolas estadounidenses por parte de China.

"Pase lo que pase, los mercados entienden que nos espera un largo período de incertidumbre", dijo Win Thin, jefe de estrategia de mercados de Brown Brothers Harriman & Co. "La permanencia de los aranceles aumenta los riesgos de estanflación y afecta negativamente tanto al dólar como a las acciones".

Hoy, la atención de los operadores se centrará en el índice de precios del gasto en consumo personal en EE. UU., excluyendo alimentos y energía —el indicador de inflación subyacente preferido por la Reserva Federal—. Esto permitirá obtener señales sobre el estado de la economía y las perspectivas de reducción de las tasas de interés. Aunque se espera que el impacto de los aranceles de Trump sobre los datos de abril sea modesto, es probable que las huellas de la política comercial se hagan más evidentes el próximo mes.

En cuanto al panorama técnico del S&P500, la tarea principal de los compradores hoy será superar la resistencia más cercana de $5921. Esto permitirá mostrar crecimiento y abrirá la posibilidad de un salto hacia un nuevo nivel de $5933. Otra tarea prioritaria para los alcistas será el control sobre los $5967, lo que reforzará la posición de los compradores. En caso de movimiento a la baja debido a una disminución en el apetito por el riesgo, los compradores deben manifestarse en la zona de $5897. Una ruptura de esta zona empujará rápidamente el instrumento comercial hacia $5877 y abrirá el camino hacia $5854.